Buenos días,
Sé que este blog trata de restaurantes, esos lugares que están presentes a lo largo de toda nuestra vida, que enmarcan los recuerdos tanto buenos como malos, que nos producen experiencias que recordaremos siempre. Hoy sin embargo, no os voy a comentar nada sobre ellos, hoy voy a escribir de sentimientos (espero que me perdonéis) y en concreto, voy a hablaros de un blog que me ha conquistado, que me ha tocado el corazón como han hecho muchos de los lugares de los que he escrito con anterioridad.
Es un blog que encontré por casualidad, pero que hizo que me sintiera muy identificada no solo por su forma de escribir sino por la manera en que trasmite los sentimientos, porque todos o casi todos sus escritos parecen estar hechos para mí, porque siento tan míos como suyos los sentimientos de "Era yo", de "No lo leas" o de " Yo también" porque me ha emocionado con "Primero coraza y luego tiritas" o "Por si mañana", porque me ha leído el corazón con " Si tú quisieras", porque me ha hecho pensar, por todo eso os escribo sobre él, porque nosotros nos alimentamos con comida, pero también con sentimientos y ese ha sido el detonante que me ha hecho atreverme a cambiar mi escritura habitual y por lo que hoy me atrevo a dirigiros a este lugar mágico.
A continuación os dejo el link para que podáis echar un vistazo.
Y ahora, con permiso de su autora, os voy a copiar uno de sus textos para abrir vuestra curiosidad.De verdad, espero que os guste y que os remueva algo dentro de vosotros como ha hecho conmigo.
Feliz Fin de Semana
P.D. No os preocupéis que volveré a la crítica de restaurantes en la próxima entrada ;)
SI TÚ QUISIERAS
Si tú quisieras te regalaría mis buenos días sin importarme quien de los dos fue el último en darlos. Si tú quisieras te desayunaría a besos y sonrisas, con la única condición de que el segundo turno sea para mí.
Si tú quisieras me cogería de tu mano y te arrastraría a todos los sitios a los que siempre he querido llevarte, lugares mágicos, más mágicos aún si puedo disfrutar de tu compañía.
Si tú quisieras te ofrecería mis mejores días, esos en los que todo son risas y carcajadas, siempre y cuando te quedes a mi lado en los grises y me abraces como nadie más sabe hacerlo.
Si tú quisieras te prepararía el café como te gusta: solo y con dos cucharadas de azúcar listo para tomar, pero te tocaría a ti preparar las tostadas.
Si tú quisieras podría convertirme en tu mejor confidente, tu mejor baúl para que guardes todos tus secretos y una experta en espantar todos aquellos fantasmas que te impiden avanzar.
Si tú quisieras te mimaría en las mañanas de ibupofreno que le siguen a las noches de desenfreno con tus amigotes, siempre que me mimes y me prepares pizza en las mías.
Si tú quisieras sería la mujer que siempre has visto en mí, con las pinceladas de niña caprichosa que ya conoces, y mis peleas internas por estar siempre a la altura de las circunstancias.
Si tú quisieras te dejaría conocer la parte más frágil de mí, esa que no le he presentado nunca a nadie.
Si tú quisieras aguantaría cual campeona a tus amigos en cada reunión que organicéis, aunque como venganza tendrías que acompañarme a una tarde de rebajas.
Si tú quisieras dejaría que me refugiaras en tus brazos cuando sienta que no puedo con todo y te dejaría acompañarme mientras me sumerjo en todas las películas romanticonas que tenga por casa.
Si tú quisieras podríamos superar juntos los obstáculos que nos encontremos por el camino, porque estoy convencida que mis días serían más llevaderos a tu lado, y los tuyos al mío. Porque si tú quisieras la distancia que nos separa sería insignificante si la recompensa somos nosotros, ya lo hemos comprobado.
Porque si tú quisieras arriesgarte comenzaríamos a vivir nuestra historia, la de verdad, en la que solo somos nosotros. La historia en la que me miras y a mí me tiemblan las piernas, esa en la que te cojo la mano y tú te olvidas de todo. La historia de la unión de tus piezas y las mías. Claro que habría dificultades pero tú me mereces la pena, porque si tú quisieras yo estaría aquí contando los días para verte, esperando que llegue la noche para escuchar tu voz.
Si tú quisieras yo no tendría que seguir con mi vida como si tú no hubieses pasado por ella, fingiendo que no me acuerdo de ti y fingiendo que no me muero de ganas de llamarte para decirte que lo intentes, que nos merecemos esa oportunidad.
Si tú quisieras yo no andaría intentando olvidarte y no evitaría hablar de ti (por lo que pueda pasar).
Si tú quisieras saltar yo saltaría contigo todos los días de mi vida, porque si tú quisieras te querría de la mejor forma que sé e inventaría una nueva todos los días si fuese necesario.
Porque si tú quisieras yo también querría.
La pieza que me faltó